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Consumo Ético y Valores Personales: ¿Coexistencia o Contradicción? – Sept. 2024
En su artículo “Ética Empresarial: una Cuestión de Coherencia(s)“, Henri Allegra expone que un compromiso duradero con el consumo ético surge cuando los valores del consumidor, los de la empresa y las acciones de esta se encuentran en plena sintonía.
Pero, ¿qué impide esta alineación armoniosa? ¿Qué frustraciones dificultan esa coherencia?
Fuente de frustración
Todo comienza con los valores del consumidor, quien también forma parte de los equipos de la empresa. En realidad, se trata de cada uno de nosotros. Entonces, ¿de dónde nacen estas frustraciones que obstaculizan nuestro alineamiento?
Primero, está la presión constante de mantener un nivel de vida digno. El costo de la vida, los impuestos, los préstamos hipotecarios o de automóvil, los alquileres y los gastos en ocio generan una carga continua. Además, la salud puede convertirse en una fuente de dificultades, ya que las enfermedades perturban nuestro equilibrio. Los condicionamientos sociales y familiares también influyen en nuestras decisiones, a menudo sin que seamos conscientes de ello. Nuestras emociones y creencias limitantes, como el temor a la falta de dinero o a no ser amados, también juegan un papel crucial. Sumado a esto, nuestra comodidad personal puede, en ocasiones, imponerse sobre nuestros ideales, y terminamos olvidándonos de nosotros mismos en el afán de cuidar a los demás.
Todo esto puede derivar en apatía. Un alineamiento externo solo es posible si existe una alineación interna. Sin esa paz interior y sin una conexión profunda con nuestros valores, se vuelve complicado contribuir al mundo sin sacrificar nuestra esencia. En este contexto, el consumo ético deja de ser una prioridad, incluso cuando creemos firmemente que es el camino correcto.
Amor propio y valores
A menudo creemos que amar al prójimo implica siempre dar, cuidar al otro y estar presente para él, a veces hasta el punto de descuidarnos. Sin embargo, solemos olvidar la parte final de la frase: “como a ti mismo“. El amor propio no es egoísmo. De hecho, es el amor por uno mismo lo que forma la base de un consumo ético y de una toma de decisiones empresariales que reflejen nuestros valores.
A partir de esta conexión con el amor propio, podemos reconectarnos con nuestros valores, nuestra verdad y nuestros sentimientos. Esta conexión interna actúa como una brújula que siempre señalará la dirección correcta, mientras nos mantengamos atentos. No obstante, superar el ruido constante de la vida diaria requiere coraje, audacia, perseverancia y resiliencia.
No existe una solucione mágica
¿Cómo podemos superar estas frustraciones, reencontrar el amor propio y reconectarnos con nuestros valores? La mala noticia es que no hay una solución mágica. La buena noticia es que, sin embargo, existe un camino: un viaje hacia uno mismo. El primer paso consiste en reconectar con nuestro ser. Lo más complicado en este proceso es desaprender para poder reaprender.
En lugar de ser víctimas de estas frustraciones, podemos evitarlas saliendo regularmente de nuestra zona de confort. En 3bconnected, hemos recorrido estas etapas. Cada día, guiamos a las personas en este trayecto a través de nuestro programa “El Camino hacia uno Mismo“.
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